domingo, 31 de julio de 2011

Último susurro.

Despacito y con cuidado mientras tú dormías te observaba, te hablaba, te protegía... permanecía a tu lado toda la noche porque sabía que lo único que te hacía feliz era despertar y verme allí. Solos tú, yo y nuestra historia. Perdóname por prometerte y no cumplir, te quise dar todo pero sólo pude darte lo que tuve y ahora parece que sigues buscándome para conseguir más ¿es eso lo que quieres? ¡porfavor para! te haces daño y no puedo verte sufrir desde tan lejos mientras te siento tan cerca sin poder hacer nada, no existe billete de vuelta y ya compré el de ida.
Debes entender y no sé como hacertelo ver que yo siempre pertenecí al cielo... ¿recuerdas que te dije que a veces me sentía como un pájaro capaz de volar? por eso no pude ser enjaulada, por eso me marché. Lo siento porque me pediste que nunca me fuera y yo sólo pude jurarte que mi amor siempre estaría contigo. Por eso ahora que no estoy tú debes de seguir iluminando al mundo... olvida la playa donde solíamos ir y donde marqué mi final. No vayas allí tú sólo, busca quien te acompañe y comparte todo lo que sabes; enseña a otra persona a querer como nos quisimos y así podrás dejarme volar hasta lo más alto. Tú sabes que es así como tiene que ser.
No me esperes en la orilla, seré yo la que te espere aquí por siempre.

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