Me gusta bailar por las calles como peonza enloquecida. Siguiendo a la gente que quiero porque las únicas personas que me interesan son las que están locas como yo, las personas que están locas por vivir, locas por reir, locas por soñar despiertas, locas por abrazar, locas por sentirse libre... con ganas de todo al mismo tiempo. La gente que nunca bosteza porque no tiene tiempo para eso, la gente que no habla de lugares comunes sino que arde como cohetes que explotan como los fuegos artificiales del fin de unas fiestas.
Esa gente que cuando estás con ellos sientes que el mundo gira entorno a vosotros y ningún poeta es capaz de escribir un verso ni ningún músico consigue tocar su instrumento. Que los relojes lloran por volver a ponerse en marcha pero mientras estamos juntos eso es imposible, el tiempo se congela y la lluvia cae sobre nosotros transportándonos a una hoja en blanco donde danzamos como pájaros en la mañana escribiendo nuestra historia... única e interminable. ¿Interminable? ojalá.
Bailar por las calles como peonza enloquecida.
